Esta semana celebramos el “Día del maestro”. Cuánta alegría y cuánto reconocimiento hubo en las miradas de los chicos cuando saludaban a sus maestras y maestros, cuánta admiración y cariño. No es para menos, ser docente es darse, pura y llanamente. En un contexto complejo, en el que el lugar de la escuela en la sociedad se destiñe, encontramos personas que creen de corazón, que la manera de cambiar el mundo es educando y se empeñan en esta cruzada contracultural de desaceleración, para que cada uno de los niños en su clase pueda, a su tiempo, descubrir el mundo del conocimiento y desarrollar sus habilidades personales.
Un reconocimiento enorme para quienes tienen la vocación de educar y se revisan, se animan, se cuestionan y se entregan para acompañar a otros.
Gracias inmensas al equipo que hace el Colegio QMark.