Es imposible resumir lo que pasa en una escuela, es imposible mostrar en imágenes lo que se siente al compartir tantas experiencias.
Atesoramos muchos momentos de esta primera parte del año, algunas quedan reflejadas en estas notas o en los e mails que enviamos cada viernes a todas las familias, otras quedan guardadas en nuestra memoria.
En la escuela no sólo aprendemos, los chicos y chicas “construyen su subjetividad”, se van definiendo como personas. Cada experiencia deja pequeñas improntas y la suma de los momentos compartidos son parte de su esencia personal. Reirse con los amigos de 4 años mientras jugamos en la nieve es una especie de ingrediente que compone chicos felices, conectados con el entorno, chicos barilochenses.
Gracias a todas las familias y a todo el equipo que hace este proyecto posible.